Italia planea recaudar ingresos por valor de alrededor del 0,2% del producto interior bruto (PIB) o unos 4.000 millones de euros (4.350 millones de dólares) en 2025 a partir de cambios en las normas fiscales para los bancos, los productos de seguros y las licencias comerciales para los juegos de azar, según mostró el miércoles el proyecto de plan presupuestario (PPP) de Roma.
El documento, enviado a la Comisión Europea para su aprobación, estima unos mayores ingresos por valor del 0,168% del PIB como contribución al saneamiento de las finanzas públicas.
Italia dijo el martes que recaudaría 3.500 millones de euros de bancos y aseguradoras nacionales, después de que el gabinete aprobara los planes presupuestarios para los próximos tres años.
El DBP dijo que los ingresos procedentes de los bancos, los productos de seguros y el juego caerían un 0,073% del PIB en 2026 y un 0,096% al año siguiente.
Los funcionarios dijeron que el gravamen sobre el sector financiero se derivaría de un cambio en la fiscalidad de las opciones sobre acciones para directivos y en las normas que rigen los créditos fiscales de los bancos derivados de pérdidas pasadas, conocidos como activos fiscales diferidos.
El ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, ofrecerá una rueda de prensa el miércoles para detallar las medidas previstas para el próximo año.
Los rumores sobre una tasa bancaria habían circulado durante semanas y lastrado las acciones de los prestamistas a falta de claridad por parte del Gobierno.
Giorgetti dijo la semana pasada que una contribución de los bancos «no debería considerarse blasfema».
El año pasado, Italia sorprendió a los mercados al imponer un impuesto del 40% sobre los beneficios extraordinarios de los bancos, sólo para dar marcha atrás limitando el alcance del gravamen y dando a los prestamistas una cláusula de exclusión voluntaria que significaba que al final no recaudaba nada para las arcas del Estado. marketscreener